Leopoldo Ibáñez: “El Deporte en general necesita financiación, una nueva Ley de Mecenazgo que sea generosa con el apoyo empresarial”

Apegados al baloncesto desde todas sus aristas, entregados y poco, o casi nunca, bien reconocidos, los responsables directivos de los clubs merecen un hueco entre los focos de atención. Abriendo las puertas y otorgándoles un merecido espacio entre las letras que resumen cada trimestre lo que acontece en nuestro entorno, comenzamos a introducirnos en su mundo a través de la figura de Leopoldo Ibáñez.

Vinculado al 100% en imagen e idiosincrasia al Universitario Ferrol, Leopoldo -sincero y directo- huye de las etiquetas pero parece encarnar a la perfección el papel de “hombre orquestra” para la entidad que dirige y preside. Años de esfuerzo y pasión en pro del baloncesto femenino combinados con las pequeñas luchas diarias para mantener a este deporte en el lugar que le corresponde son el mejor aval posible para que permanezcamos bien atentos sus reflexiones:

– “Hombre de club”, ¿es este el mejor concepto para definir la relación de Leopoldo Ibáñez con el mundo del Baloncesto?

No me gustan las etiquetas. Me gusta el baloncesto y donde pueda echar una mano allí estaré. Menos jugar, he hecho de todo en este deporte y me sigue gustando, por eso sigo.

-Solemos olvidarnos de la gente que, como tú, lleva los mandos de los clubs desde los despachos. ¿Qué motiva a seguir al frente de una labor, sobre el papel, poco agradecida?.

Pues la verdad es que no lo sé. Te cuesta dinero, es poco agradecida, pero al final … te gusta. Y te quedas.

– ¿Urge quizás una mayor profesionalización en la gestión directiva de nuestros clubs? ¿Os sentís respaldados?.
Una mayor profesionalización es necesaria, pero cuesta dinero. Así que no es infrecuente el directivo “hombre orquesta” que hace de todo.

– ¿Qué tipo de plataformas formativas, actividades o eventos puntuales crees que debe promover la FGB para revitalizar el papel del directivo?.

Pues lo mismo que árbitros o entrenadores tienen su Plataforma donde se intercambian experiencias y se incide en la labor formativa, tal vez los directivos pudieran tener también un espacio de esa naturaleza.En otro orden de cosas, debería haber un mayor retorno (o mejor dicho, algún retorno) a los clubes de la esponsorización que puedan conseguir las federaciones que, además, en algunos casos “colisiona” con la de los clubes.

– En tu caso, lideras un proyecto eminentemente marcado por el básquet femenino y por tener su sede en una ciudad 100% baloncesto como es Ferrol. ¿Son las instituciones conscientes de estos dos valores?

Pues la verdad, a veces, no estoy muy seguro. El baloncesto femenino es el tercer deporte de nuestro país, solo por detrás de fútbol masculino y del baloncesto masculino.Se gasta dinero en políticas de igualdad, en el Día de esto y en el Día de lo otro, pero al llegar al deporte, en el día a día, a las administraciones les cuesta poner en practica lo que predican. Por eso digo que no estoy muy seguro.

– A alguien que disfruta y vive tanto el deporte, le resultará difícil mantener esta pasión lejos de las tareas directivas. ¿Cómo se controla esa vehemencia?

Generalmente cuando no comento los partidos por internet, suelo ver los partidos solo y en una esquina para no sobresaltar a los que están cerca (es broma). Bueno, con un poco de autocontrol. En eso he mejorado bastante con los años y con mi paso por la política.

– Muchos años también acumulando experiencias gracias a este deporte otorgarán capacidad para valorar qué sobra y que le falta al baloncesto actual. ¿Estamos llevándolo por el buen camino?

El deporte en general necesita financiación, una nueva Ley de Mecenazgo que sea generosa con el apoyo empresarial. La reforma fiscal que acaba de sacar adelante el gobierno es muy cicatera y no anima que las empresas inviertan en deporte. Algo ha mejorado el tratamiento de las donaciones de personas físicas pero estamos lejos de lo que se había prometido.

Reto “LF”
– El único equipo gallego en la actual Liga Femenina y con un inicio que no desmerece en absoluto. ¿Qué espera el club de esta temporada?

Fundamentalmente ser capaces de competir. Se ha apostado por la continuidad de la mayor parte de la plantilla con la confianza de que van a seguir mejorando deportivamente. Es un reto para el club pero también para sus jugadoras que tienen la oportunidad de comprobar si sirven para la nueva categoría.

– En el panorama económico conocido por todos, lográis competís en la máxima categoría con un balance económico saneado. ¿Dónde radica la clave para conseguir este equilibrio.

No gastar un euro más de lo que se ingresa. El problema radica que el gasto lo tienes hoy y el ingreso dentro de 10 u 11 meses. Y las Administraciones, con sus cambios de criterio, te pueden dejar colgado en cualquier momento. Ya ha pasado, y no una vez o dos. Deberían “avisar” y no prometer más de lo que van a cumplir. Y hacerlo, además, antes de empezar y no confirmar las ayudas cuando ya ha terminado la competición. Detrás hay personas que además de trabajar de una forma altruista y desinteresada, comprometen su patrimonio.

– ¿Está repercutiendo en las categorías formativas del club la presencia del equipo sénior en Liga Femenina?
Sin duda. El salto ha sido espectacular pues en dos temporadas el Uni ha duplicado el número de licencias. Esta temporada, si a las licencias tramitadas incluimos las niñas y niños de la Escuela de Baloncesto somos 183.

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